Un
día estaba en mi casa y recordé que tenía que leer una novela para un trabajo
de una materia y casi a la tarde noche comencé a leerla. Fue increíble pero en
menos de cuatro horas ya tenía la novela leída. No tiene una gran extensión
pero, conociéndome, en cuatro horas haber podido leerla fue sorprendente. En
esta novela, Tuya de Claudia Piñeiro,
se plantean muchos puntos interesantes de sobre cómo
los estereotipos manejan a una persona aún sin pensarlo o darse cuenta. Es
decir, cómo hay actitudes o pensamientos que no accionamos específicamente pensando en nosotros mismos sino por el qué
dirán los demás. Al respecto de lo anterior me llamaron mucho la atención los
comentarios machistas por parte de la mujer protagonista de la novela, decisiones
que toma el personaje que nos hacen reflexionar sobre el rol de la mujer hoy en
día y de lo atroz que muchas veces es. Por ejemplo, aconsejada por su madre
trae un hijo al mundo para que su pareja no la abandone, encubre un asesinato
por el miedo a destruir su imagen personal y la de su familia, entre otras
atrocidades. Son cosas un poco difíciles de creer. Pero así lo es tanto en la
ficción de Claudia Piñeiro como en parte de la sociedad en la que vivimos. Algo
de esto es mencionado por los exponentes de la teoría Frankfurtiana cuando
nombran como característica la reflexividad del pensamiento y su dimensión
crítica, bajo la perspectiva de Horkheirmer, a partir de las contradicciones de
la realidad, desde todo aquello que nos hace reflexionar sobre las
posibilidades de una sociedad distinta. No en el sentido de negar la realidad,
sino en el de no aceptar de manera acrítica lo
que se nos presenta de manera adaptada, como si no pudiera cambiarse.
En
la actualidad con los cambios que se están dando en la sociedad con respecto al
rol de la mujer sorprende el seguir viendo y escuchando, el machismo en muchos
y muchas. Ese “muchas” es lo más preocupante. Porque cuando hablamos del
machismo, que es un comportamiento que se adquiere desde la familia, no sólo se
adquiere del “padre machista” sino que de hecho también en parte se adquiere de
la madre, por ende, no sorprendería que muchas mujeres crezcan creyendo que ese
es el papel que cumple la mujer. Pero sí
preocupa que aún existan ese tipo de pensamientos en las mujeres. En el libro
se citan en varias ocasiones situaciones de lo que estoy hablando como por
ejemplo “Mi mamá me hubiera dicho: ‘Con los hombres es más peligroso un ramo de
flores que una cachetada’". En esta frase se ve cómo está permitiendo que
un hombre le pueda pegar a la mujer y que sea un deber para la mujer aceptarlo
porque eso es más creíble de un hombre que recibir afecto de algún tipo. Por lo
que esta novela confirma que lo que dije anteriormente es posible y
probablemente sea así.
El
machismo, según lo define el diccionario, es la manera de pensar que el hombre es por naturaleza
superior a la mujer. Por lo que el machismo es una actitud represora, es una
actitud y una manera de pensar que lastiman. Son estereotipos cargados de años
de experiencia que caen todos sobre la mujer y la posicionan en lugares que no
son necesariamente así. Los estudios sobre el antisemitismo llevados a
cabo por Adorno y Horkheimer, son una muestra de ello. Además del indudable
valor sociológico de la obra de estos autores, es un relato único de los mecanismos
utilizados por el nazismo en la conformación de un ‘sentimiento social’ y de
cómo se estructura todo un sistema destinado a la marginación y exterminio de
un grupo determinado. ¿Suena fuerte, no? Pero el machismo es tan fuerte a la hora
de lastimar y denigrar a las personas que no me parece que quede grande para la
problemática. ¿Cuántas veces hemos escuchado comentarios machistas en nuestros
ámbitos cotidianos y los ignoramos como si fuera natural? Esta pregunta, creo
yo, es el primer paso para reflexionar sobre el machismo que hoy en día sigue
vigente. La banalización de los comentarios machistas es el punto focal donde
se tiene que ir si se quieren cambiar estas actitudes. Los comentarios
machistas los hacemos todos y van desde “Las mujeres no van al volante su lugar
es la cocina” hasta “los nenes no lloran” y esto es lo que condiciona a las
personas a seguir creciendo con un machismo incluido en su ser que muchas veces no nos damos cuenta porque no
sabemos la magnitud de lo que decimos, por eso es importante informarse y
escuchar todas las voces.
En
la actualidad, aunque haya pequeños cambios, el machismo sigue aflorando contra
las mujeres sobre todo es notable en las redes sociales y desde la posición de
burlar y reírse de las mujeres por pertenecer al movimiento feminista (que busca
la igualdad en derechos entre el hombre y la mujer) el cual es confundido con
el hembrismo o como es llamado actualmente “Feminazi” (la mujer es superior al
hombre y éste debe ocupar siempre un lugar por debajo del de los individuos del
sexo femenino) por ende que cualquier movimiento que contribuya a las mujeres
es tildado como feminazi, lo mismo que cualquier mujer que defienda sus ideales
y trate de erradicar el machismo. Ahí está el famoso “meter a todos en la misma
bolsa”, centenares de hombres y mujeres se quejan de ser juzgados sin saber y
para defenderse de eso hacen lo mismo. Si no se sabe escuchar, mucho menos se
va a poder detener la generalización. No todos los hombres son iguales, no
todas las mujeres son débiles. No todos los hombres son machistas. No todas las
mujeres son feminazis.
Hace
ya unos días, en el colegio, en una jornada de violencia de género, discutimos
con nuestros compañeros ya que tienen la creencia de que hoy en día todas las
mujeres están sensibles con respecto a todos esos temas y se victimizan frente
a un hombre, ya no se puede hacer una broma o, como decían ellos, “reaccionar
como hombre” porque eso ya era ser machista. Hablaban y defendían su postura
ciegamente para terminar con una frase interesante “Según ustedes tendríamos
que dejar de ser hombres para dejar de ser machistas.” Esa frase se puede
llevar tranquilamente a la sociedad machista de la que hablábamos antes, es
normal que haya personas que no sepan en su totalidad lo que es ser machista o
no lo noten como algo malo porque es lo que vivía en su hogar, lo que le
trasmitieron sus padres, y que haya muchos movimientos en contra de eso debe
ser chocante y es comprensible que muchas personas estén de alguna forma a
favor del machismo aún sin saber las dimensiones que abarca.
Muchas
mujeres apoyan al machismo como en rebelión a las “mujeres de mentira” que
están a favor del movimiento feminista porque también creen que en parte atacan
a la mujer, es decir “la mujer mantenida
por su marido, que solo se dedica a los quehaceres domésticos, sufre de
machismo” y hay mujeres, que quieren estar en esa posición por el motivo que
ellas elijan. Entonces, hay movimientos feministas que también hacen sentir en
cierto punto que “atacan sus elecciones como mujer”, por ende, volvemos al
principio “es importante informarse y escuchar todas las voces”.
Hay
muchos ejemplos y se puede seguir hablando del machismo y del feminismo porque
es un tema que aún hoy en día sigue quedando inconcluso en muchas personas las
cuales nunca terminan de entender bien el porqué de estos movimientos. Pero
personalmente creo que cualquier extremo es malo y no contribuye para nada a la
unión de los derechos entre hombres y mujeres. Estas creencias son arrastradas
desde hace décadas y no va a ser fácil cambiar a toda una sociedad (porque a
esta altura creo que ya casi es cultural) de un día para el otro, por eso es
importante que las nuevas generaciones sepan que hay movimientos y una
pluralidad de opiniones. Así como se lucha por el respeto a la diversidad
sexual, por los derechos de los animales, por la protección del medio ambiente,
todos tenemos que saber que también se lucha por la equidad de derechos entre el
hombre y la mujer.
“La humanidad posee dos alas: Una es la mujer,
la otra es el hombre. Hasta que las dos alas no estén igualmente desarrolladas,
la humanidad no podrá volar.”
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